Nos alojamos en una amplia y hermosa cabaña en un bosque de pino y encino en el estado de Hidalgo.
Tuvimos la oportunidad de mantenernos lejos de la civilización ya que no llega señal celular ni tuvimos suerte con el WiFi. Un punto a favor ya que buscábamos relajarnos.
Por las mañanas caminábamos enmedio del bosque y visitábamos un criadero de truchas donde consumíamos antojitos locales y pescado fresco.
Hicimos una excursión a las cascadas de Honey, en donde pudimos admirar la belleza de 10 cascadas distribuídas en un recorrido entre exhuberante vegetación y vistas espectaculares
Por las tardes pasábamos tiempo jugando y nos balanceábamos en el largo columpio, preparábamos una carne asada y descansábamos sobre el pasto, bajo la sombra de los abundantes árboles escuchando el sonido del arroyo cercano
Algunas noches conversábamos alrededor de la fogata y otras compartíamos botana y bebidas al calor de la chimenea antes de retirarnos a descansar en las confortables habitaciones.